Año tras año, la piel pierde vitalidad y firmeza por lo que el rostro, muchas veces, se ve flácido y decaído. Sin duda alguna, es una preocupación que aqueja a muchas personas; por lo que, la medicina estética ha empezado a revolucionar los tratamientos para combatir la flacidez y rejuvenecer el rostro. Uno de los más demandados son los hilos tensores (PDO). Empezaremos por su definición…
¿Qué son los hilos tensores (PDO) o hilos mágicos?
Son pequeñas suturas hechas de un material reabsorbible y biodegradable llamado polidioxanona (PDO); además, es seguro porque se usa desde hace años en las cirugías cardíacas.

Beneficios de los hilos tensores
Fomenta la producción de colágeno natural
Tensa y redensifica la piel
Atenúa arrugas profundas
Mejora la calidad de la piel
Hilos lisos vs. Hilos espiculados
Te mostramos las diferencias en el siguiente cuadro:

¿Dónde se pueden aplicar los hilos tensores?
Los hilos tensores tienen diversas zonas del rostro en las que se puede aplicar. Algunas de ellas son: mejillas, frente, papada, barbilla, cuello y entrecejo.
Es importante acudir con un médico especialista para saber si estás apto a realizarte algún tratamiento con hilos tensores (PDO), de esta manera también garantizarás mejores resultados.
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