Los tratamientos depilatorios han experimentado una constante evolución en los últimos años, siendo hasta finales de la década de los 90 que se introdujeron las técnicas de eliminación de pelo por acción de la luz, que hoy se conoce como fotodepilación.
La fotodepilación es un sistema por medio del cual se consigue la eliminación del vello utilizando una fuente de energía lumínica, llamada fototermólisis selectiva, pues sólo actúa si el pelo y el folículo contienen melanina, pigmento que le da el color al cabello, piel y ojos.
El láser emite una radiación de luz (foto) que penetra la piel sin dañarla y alcanza al vello que descansa sobre el folículo piloso, encargado de su crecimiento. La melanina del cabello absorbe la luz que se convierte en calor (termo) la cual destruye (lisis) el folículo piloso debilitándolo en cada sesión, para que el vello no vuelva a crecer.
Las raíces del vello se encuentran a profundidades de entre 2 y 4mm, por ello es indispensable que estructuras estén muy próximas o en contacto y el procedimiento se realice en fase de crecimiento del cabello activo.
Para una depilación total y permanente se requieren varias sesiones a largo plazo, siendo un promedio de 6 a 8 sesiones; sin embargo, el número de sesiones puede variar dependiendo la zona y grosor del vello, así como del patrón de crecimiento del vello de cada persona.
Se estima que la reducción con cada sesión es de entre 15% y 30% de los folículos existentes. Buscando obtener una reducción de hasta el 85% con todas las sesiones.
Durante el tratamiento la depilación con pinza, cera o cualquier método que implique arrancar el pelo, no se debe utilizar ya que se requiere de la presencia del pelo por dentro de la piel, para que el tratamiento destruya el folículo. Al arrancarlo no habrá punto diana para el láser y posteriormente se dará la regeneración de un nuevo folículo no tratado.
En algunas personas el procedimiento puede generar una sensación de calor bien tolerada, asociada o no a una sensación de leve tirón en la zona del folículo piloso, en algunas áreas más que en otras. Generalmente no causa molestias, eventualmente se puede observar un leve enrojecimiento en el área tratada que remite en pocos minutos y no suele producir mayores complicaciones.
Las contraindicaciones para la depilación láser son pocas, pero entre algunas de ellas se encuentran:
- Fotosensibilidad (enfermedades y fármacos)
- Zonas bronceadas y autobronceador
- Áreas con neoplasias
- Tratamiento con ácido retinoico (6-12 m)
- Embarazo y lactancia (según área a tratar)
En caso presentar alguna duda, consultar a su médico.
Con respecto a los cuidados, la principal precaución es no broncearse o exponerse al sol durante largos periodos de tiempo, por ello se recomienda evitar la exposición solar en los 7 a 15 días circundantes a cada sesión. También se recomienda evitar la aplicación de cremas o lociones el día del procedimiento pues pueden contener algún componente irritante para la piel recién expuesta, el uso de gafas de protección ocular durante todo el procedimiento y en caso de tatuajes cubrir o evitar la zona durante el procedimiento, por riesgo a despigmentación.
En conclusión, la fototermólisis es un tratamiento eficaz de depilación, mínimamente doloroso y con buen perfil de seguridad.
Dra. Daniela Hidalgo Paz Soldán
Medi Esthetic