
REDUCCIÓN
DE PAPADA
La papada o doble mentón puede deberse a la pérdida de elasticidad de la piel, acumulación de tejido adiposo, entre otros.
En Medi Esthetic contamos con diferentes tratamientos para la reducción de papada.

TRATAMIENTO CON
ENZIMAS
Este tratamiento no invasivo consiste en la aplicación de enzimas que actúan en la grasa localizada de la papada, ayudando a remodelar y definir el rostro.
Su inyección directa en la grasa, rompe las membranas de los adipositos, liberando su contenido (grasa) y eliminándolo de manera natural. Debido a que las células han sido destruidas no pueden volver a aparecer.
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Rostro más perfilado
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Reafirmación del tejido
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Disminución de la apariencia de doble mentón

TRATAMIENTO CON
RADIOFRECUENCIA
Este tratamiento tiene doble acción: primero, reduce la grasa localizada en la papada por disminución del tamaño de las células grasas, y segundo, contrae la piel flácida por calentamiento del colágeno subcutáneo, moldeando el contorno del cuello, reduciendo las arrugas y mejorando la textura y apariencia de la piel.
El efecto tensor de este tratamiento es visible tras cada sesión, aunque la tensión real de la piel se irá produciendo gradualmente tras pocos meses de finalizar el tratamiento.

HIFU: PARA FLACIDEZ
Al aplicar las ondas ultrasónicas del HIFU en la zona del rostro o cuello, se consigue un efecto lifting tensor en la piel sin necesidad de recurrir a la cirugía. Esta tecnología consigue llegar hasta las capas más profundas de la piel y puede utilizarse como tratamiento preventivo para combatir la flacidez temprana.
Con este tratamiento se recupera la juventud de la piel sin cirugía. Al compactar y reducir la grasa localizada se puede conseguir redefinir el rostro y mejorar la zona de la papada. Es una excelente forma de mantener un estiramiento facial sin tener que recurrir a la cirugía.

TRATAMIENTO
CON MESOTERAPIA
El tratamiento para la papada con mesoterapia consiste en inyectar sustancias de diferentes tipos que deshacen el adipocito que se encuentra en el contorno del rostro. Mediante esta infiltración, la grasa que forma la papada se desprende de la epidermis, siendo posteriormente expulsada mediante la orina.
Es importante tener en cuenta que el número de sesiones necesarias dependerán de cómo asimila el cuerpo las toxinas. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, el mínimo de sesiones que serán necesarias son diez.